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Dr. Florentino Villanego: “Hay que exprimir al máximo los años como médico residente”

Foto VILLANEGO
  • Residente de Nefrología del Hospital Puerta del Mar, ha obtenido los Premios COMCADIZ 2021 al Mejor Curriculum y a la Mejor Publicación MIR

Tuvo su primer contacto con la Nefrología en segundo de carrera. En mayo de 2021, tras finalizar la especialidad en el Hospital Universitario Puerta del Mar, obtuvo el mejor expediente MIR de este centro, lo que le ha valido el Premio al Mejor Curriculum MIR que otorga el Colegio de Médicos de Cádiz (COMCADIZ). A esta distinción, el Dr. Florentino Villanego Fernández suma también la de Mejor Publicación MIR en la convocatoria 2021 de los Premios del COMCADIZ por el trabajo ‘Predictors of severe COVID-19 in kidney transplant recipients in the different epidemic waves: analysis of the Spanish Registry’, publicado en American Journal of Transplantation.

¿Qué le llevó a escoger la especialidad de Nefrología?

Descubrí la especialidad haciendo las prácticas de Patología General en 2º de Medicina en este mismo servicio. Tuve la suerte de tener un rotatorio que, aunque corto, despertó en mí el interés por la Nefrología.  Por aquel entonces, a pesar de no tener ninguna referencia del resto de especialidades, veía a los adjuntos y a los residentes y pensaba: “Me gusta lo que hacen, yo quiero ser como ellos”. En un día hacían ecografía y colocaban catéteres venosos para hemodiálisis y un par de horas más tarde estaban en la planta atendiendo a un paciente recién trasplantado de riñón.

Es una especialidad muy completa ya que dentro de la evolución de múltiples patologías (metabólicas, quirúrgicas, infecciosas, neoplásicas, autoinmunes…) podemos encontrar compromiso de la función renal ya sea de forma aguda o crónica, lo que te obliga a tener una visión general del paciente y a estar en contacto con los compañeros de distintas especialidades.

Tuve la suerte de poder realizar el Trabajo Fin de Grado con el servicio de Nefrología sobre la hipertensión arterial en los pacientes trasplantados renales y eso me ayudó mucho a conocer y a amar esta especialidad. Cuando un compañero que acaba de examinarse del MIR me pregunta por nefrología siempre le digo que es imposible que no le guste.

¿Qué destacaría de su etapa como residente?, ¿qué le ha marcado más en esta etapa de formación?

El enorme apoyo que he tenido por mi servicio en todo momento. La residencia es una etapa intensa en la que maduras en todos los aspectos: te haces mayor, aprendes medicina y tienes que desenvolverte en un ambiente nuevo. Creo que tienes la obligación de aprovechar la oportunidad y exprimir estos años al máximo y tener un servicio que fomenta tanto la formación de sus residentes, la parte investigadora y docente, además de la clínica, supone una gran ventaja.

¿Qué valores deben acompañar a un buen médico?

En mi opinión la empatía y la constancia son fundamentales. Nuestro fin es el de ayudar a los pacientes y es imposible hacerlo bien si no somos capaces de entender las emociones y el comportamiento de los demás. Por otra parte, la medicina requiere de un trabajo y un estudio constante para mantenerse actualizado.

“La segunda ola de la pandemia cambió en los trasplantados renales hacia pacientes más jóvenes y con cuadros de menor gravedad”

¿Qué metodología han seguido en el desarrollo de este estudio con el que ha obtenido el Premio del COMCADIZ a la Mejor Publicación MIR?, ¿cuál es el contexto que toma como punto de partida?

La pandemia por el SARS-CoV-2 fue un golpe duro para los programas de trasplante en todo el mundo. La ocupación de las UCI y la vulnerabilidad de los pacientes trasplantados hizo que la actividad de trasplante se viese muy limitada, especialmente en los primeros meses. De julio a diciembre de 2020 se documentó la segunda ola de la pandemia en nuestro país. Desde el principio se apreciaron cambios significativos frente a la primera ola, evidenciándose una mayor proporción de casos en pacientes jóvenes y de menor gravedad.

Sin embargo, en los pacientes receptores de trasplante renal no había nada documentado hasta la fecha, lo que nos hizo plantearnos si la evolución de la pandemia seguía una tendencia parecida a la de la población general. Con el objetivo de poder conocer el impacto de la pandemia por SARS-CoV-2 en los pacientes trasplantados y con enfermedad renal crónica, en marzo de 2020 se creó un registro desde la Sociedad Española de Nefrología. En el momento del análisis contábamos con datos de 1.178 pacientes trasplantados.

¿Qué líneas de trabajo se marcaba el estudio?

En primer lugar, nuestro objetivo era describir la evolución de la pandemia por SARS-CoV-2 en los pacientes trasplantados renales, para lo que comparamos las características de los pacientes infectados, la clínica que presentaban y la evolución entre la primera y segunda ola de la pandemia. Por otra parte, nos propusimos identificar qué pacientes tenían mayor riesgo de evolución grave y mortalidad ante la infección por SARS-CoV-2

¿Qué aspectos significativos y fueron surgiendo e incorporándose a medida que avanzaba el estudio?  

Pudimos confirmar que la pandemia por SARS-CoV-2 había cambiado en esta segunda ola en los trasplantados renales, afectando principalmente a pacientes más jóvenes y desarrollando cuadros de menor gravedad. Observamos unos cambios claros en el manejo terapéutico de la infección en pacientes trasplantados, con un importante descenso en el uso de hidroxicloroquina, azitromicina, lopinavir/ritonavir y tocilizumab, en tanto que el uso de corticoides y remdesivir se incrementó significativamente en la segunda ola.

Otro aspecto muy interesante es que identificamos a un grupo de pacientes de mayor vulnerabilidad tras el COVID-19, que eran los mayores de 65 años y que se infectaban en los primeros 6 meses tras el trasplante. Estos resultados ayudaron luego a desarrollar una estrategia de priorización para la administración de la vacuna.

¿Qué conclusiones principales se extraen?

La pandemia por el SARS-CoV-2 había cambiado también en la segunda ola para los pacientes trasplantados, al igual que en la población general. Los cuadros eran más leves, con mayor porcentaje de asintomáticos y se daban en personas más jóvenes. La mortalidad disminuyó, aunque seguía siendo muy superior a la de población general (27.4% de muertes en la primera ola vs. 15.1% en la segunda ola). Sin embargo, la mortalidad permaneció similar en la primera y segunda ola en los casos graves que precisaron ingreso en UCI, siendo superior al 60%. Identificamos como factores de riesgo asociados a mortalidad la edad, el tiempo postrasplante y el desarrollo de neumonía. El grupo de mayor riesgo fue, de forma significativa, el de pacientes mayores de 65 años y con menos de 6 meses de tiempo desde el trasplante.

“El Premio del COMCADIZ reconoce el trabajo de los residentes y la actividad de los servicios donde nos formamos como especialistas”

¿Cómo valora la concesión de estos Premios por parte del Colegio de Médicos?

Lo valoro muy positivamente. Es una iniciativa por parte del Colegio de Médicos de mucho interés ya que es una forma de reconocer el trabajo que se realiza por los residentes y al mismo tiempo refleja la actividad asistencial y científica de los servicios de la provincia donde realizamos nuestra formación como especialistas.

Quiero agradecer enormemente al Servicio de Nefrología del Hospital Puerta del Mar por la excelente formación que he recibido. Ninguno de estos premios hubiera sido posible sin la gran calidad e intensidad de la actividad que se desarrolla en nuestro servicio.

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